Historia del KRAV MAGA


Gran Maestro Imi, fundador del Krav Maga.

Imi (Imrich) Sde-Or (Lichtenfeld), fundador del Krav Maga, nació en 1910 en Budapest, que en aquel momento era uno de los centros del imperio austrohúngaro. Creció en Bratislava, la capital de Eslovaquia, en el seno de un hogar donde los deportes, el respeto a las leyes y la educación humanística eran igualmente respetados. Estos elementos de su educación fueron factores fundamentales en la formación del notable carácter que desarrollo en el transcurso de su vida.

Samuel Lichtenfeld, el padre de Imi, era sin duda alguna una figura singular. A los trece años se unió a un circo itinerante, y durante las siguientes dos décadas se dedicó a la lucha, el levantamiento de pesas y a diversas demostraciones de fuerza. Para él, el circo fue también una escuela en la que conoció a personas que practican una gran variedad de deportes – incluyendo algunos muy poco frecuentes – y que enseñaron al joven Samuel todo lo que sabían, incluyendo distintas técnicas de defensa personal y lucha.

Después de abandonar el circo, Samuel Lichtenfeld se trasladó a Bratislava (entonces conocido como Presburgo) y estableció el primer club de la ciudad dedicado al atletismo, llamado “Hércules” en honor del héroe de la mitología griega. Más adelante se unió al Departamento de Policía Municipal, donde alcanzo el cargo de jefe de detectives. Durante sus años de servicio en ese puesto, Samuel se convirtió en el oficial que logro detener y llevar a juicio al mayor número de asesinos y criminales violentos.

Durante sus años de detective, Samuel entrenó a sus hombres en defensa personal y les enseño a superar un ataque violento, poniendo énfasis en mantener el comportamiento moral, tanto con los criminales como con los ciudadanos destacados. Sus técnicas eran muy estilizadas y aunque no fueran demasiado eficaces ni excesivamente fuertes, sí se encajaban con la época y satisfacían las necesidades de la actividad policial de ese periodo, además de cumplir con las restricciones legales correspondientes.

En su infancia, Imi fue preparado por su padre en diversos campos de la educación física y los deportes, entre ellos la gimnasia, y participo en el entrenamiento que Samuel Lichtenfeld dictaba regularmente a su grupo de detectives. Con el respaldo de su padre, Imi comenzó a practicar una gran variedad de actividades deportivas: primero destaco en natación y posteriormente en gimnasia, lucha y boxeo. En 1928 ganó el Campeonato Juvenil de Lucha de Eslovaquia y en 1929 el Campeonato de Adultos (en la división de peso welter). Ese año también ganó el Campeonato Nacional de Boxeo y un campeonato internacional de gimnasia.

Durante la siguiente década, las actividades deportivas de Imi se centraron principalmente en la lucha, como combatiente y como entrenador. Año tras año se hizo con el campeonato eslovaco de su peso y se convirtió en uno de los pilares del equipo nacional. Hasta 1939, Imi participó en numerosos encuentros internacionales en los que ganó un gran número de medallas y premios, y fue considerado uno de los mejores luchadores europeos. Venció a un elevado número de campeones y poseedores de diversos títulos, tanto en su país como en el extranjero.

Las actividades deportivas de Imi también incluyeron la acrobacia, desde donde incursiono también en las artes dramáticas. Enseñó gimnasia al reparto de una de las compañías teatrales más conocidas de Checoslovaquia y actuó con gran éxito en varias de sus producciones. En una de las actuaciones del ballet desempeño el papel de “Mefisto”, tras lo cual recibió estruendoso aplauso del público y la crítica.

A mediados de la década de los treinta, la vida comenzó a cambiar en Checoslovaquia. Debido a la influencia de otros movimientos similares nacidos en Europa Central, surgieron facciones fascistas y antisemitas decididas a perturbar el orden público y perjudicar a la comunidad judía de la ciudad. Imi, naturalmente, se convirtió en el líder de un grupo de jóvenes judíos (la mayoría de los cuales habían practicado boxeo, lucha y levantamiento de pesas) cuyo principal objetivo era impedir que las bandas antisemitas entraran en el barrio judío e hicieran estragos.

En consecuencia, entre 1936 y 1940 Imi participo de infinidad de enfrentamientos violentos y peleas callejeras con los grupos antisemitas, tanto solo como junto a su grupo. Él y sus compañeros se enfrentaron en numerosas ocasiones a enfadadas multitudes de cientos e incluso miles de personas de Bratislava y sus alrededores, que pretendían entrar en el barrio judío; pero en otros casos se trataba de solo de uno o dos provocadores contra Imi o alguno de sus amigos, que tenían que ser puestos en su lugar. A pesar de que no contamos con espacio suficiente para describir los miles de incidentes que tuvieron lugar durante ese periodo, basta con decir que moldearon la mente y el cuerpo de Imi, y le hicieron abandonar su condición de deportistas para convertirse en un decidido experto en lucha cuerpo a cuerpo. Esos sucesos plantaron en él la semilla que más tarde se convirtió en el sistema de defensa personal de su creación, el Krav Maga.

En 1940, habiéndose convertido en una figura “molesta” para las autoridades locales partidarias del antisemitismo, Imi dejó su hogar, su familia y sus amigos y se embarcó en la última embarcación de inmigrantes que consiguió escapar de las garras de los nazis. Se trataba de una antigua nave, llamada Pentcho, que había sido restaurada para transportar a cientos de refugiados desde Europa Central a la tierra prometida de Israel (entonces llamada Palestina). La interesante historia del Pentcho y sus pasajeros ha sido narrada en detalle en el libro titulado Odisea, de Jhon Birman (Simon & Schuster, Nueva York, 1984).

La odisea privada de Imi dentro de la nave y en la época posterior, cargada de escalofriantes episodios, duró aproximadamente dos años, hasta que llegó a su destino. Al comienzo de la travesía, mientras navegaba por el rio Danubio y el mar Egeo, Imi se vio obligado a arrojarse al agua en más de una ocasión para salvar a pasajeros que se habían caído o bien para recuperar bolsas de comida, que en aquella época escaseaban notablemente. Como resultado, sufrió una grave infección de oído que casi le cuesta la vida.

Cuando explosionó una caldera del barco, haciéndolo encallar cerca de la isla griega de Kamilanisi, Imi y cuatro de sus amigos cogieron una barca a remos y partieron con rumbo a Creta para pedir ayuda. Haciendo caso omiso de su infección de oído y las plegarias de sus amigos, Imi se negó a ceder los remos durante un día entero. Pero a pesar de su heroicos esfuerzos, los fuertes vientos hicieron que la barca viajara a la deriva y, en consecuencia, jamás llego a Creta. Una mañana, al quinto día de travesía, un barco de guerra de bandera británica rescato a los cinco supervivientes y los llevo a Alejandría (Egipto). Imi, cuyo problema auditivo había empeorado notablemente, fue trasladado al hospital judío de la ciudad, donde fue sometido a varias operaciones. Solo cincuenta años más tarde el Gran Maestro se dio cuenta de que realmente había estado a punto de morir en aquel momento, y que los médicos del hospital judío no habían tenido ninguna esperanza de que se recuperara. Lo supo cuando uno de los amigos que le acompañaban en la barca de remos, Joseph Hertz (que más tarde se convirtió en medico en Praga), visito Israel.

Tras su recuperación, Imi se unió a la Legión checa, que estuvo a las órdenes del ejército británico durante la Segunda Guerra Mundial. Durante aproximadamente un año y medio sirvió a las tropas en varios puntos de Oriente Medio, entre ellos Libia, Egipto, Siria y Líbano. Y cuando se retiró en 1942, solicito un permiso de entrada a Israel (entonces Palestina), y le fue concedido.

En aquella época, varios amigos y antiguos alumnos de Imi servían a la resistencia del Hagana, la organización militar anterior a las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI). Ellos presentaron a Imi al general Itzchak Sadeh, líder del Hagana, quien inmediatamente le aceptó en la organización debido a los especiales talentos que demostró en el combate cuerpo a cuerpo.

En 1944 Imi comenzó a entrenar a luchadores israelíes en las áreas que mejor dominaba: la preparación física, la natación, el uso del cuchillo y la defensa contra los ataques con arma blanca. Durante ese periodo, también preparó a varias unidades de elite del Hagana y el Palmach (la renombrada fuerza del Hagana, precursora de las unidades especiales de las FDI), a su unidad comando de la marina, el Palyam, y también a diversos grupos oficiales de policía.

En 1948, coincidiendo con el nacimiento del Estado de Israel y la fundación de las Fuerzas de Defensa de Israel, Imi se convirtió en monitor jefe de preparación física y Krav Maga en la Escuela de Preparación al Combate. Sirvió en las FDI durante aproximadamente veinte años, y durante ese periodo desarrolló y mejoró su método único de defensa personal y combate cuerpo a cuerpo. Imi personalmente entrenó a los mejores luchadores de las unidades de defensa israelí y capacitó a varias generaciones de monitores de Krav Maga, por lo cual se ganó el reconocimiento de los más antiguos comandantes de Israel.

Debemos tener en cuenta que el método de Imi, el Krav Maga, tenía que satisfacer las diversas necesidades de las FDI; es decir, debía tratarse de un método fácil de aprender y aplicar para que el soldado, ya fuera un oficinista o un luchador perteneciente a una unidad de elite, pudiera adquirir la pericia necesaria en el menor período de entrenamiento posible. También era importante que los niveles de capacitación de los soldados pudieran mantenerse con el mínimo repaso de las técnicas y una práctica limitada. Lo realmente crucial era que las técnicas de defensa personal y lucha que Imi desarrolló pudieran ser aplicadas sin problemas en las condiciones más estresantes.

Después de retirarse de la vida militar, Imi comenzó adaptar el Krav Maga a las necesidades de los civiles. El método fue modificado para adecuarlo a todos: hombres o mujeres, niños o niñas, jóvenes o adultos; en otras palabras, a cualquiera que pudiera necesitarlo para salvar su vida y sobrevivir a un ataque. También era fundamental que se produjeran los menores daños posibles, independientemente de la razón del ataque (criminal, nacionalista, etc.).

Para dar a conocer su método, Imi creó dos centros de entrenamiento, uno en Tel Aviv y el otro en Netanya, su lugar de nacimiento. Casualmente Netanya, una fascinante ciudad turística del Mediterráneo de donde provienen muchos de los mejores monitores de Krav Maga, en poco tiempo se dio a conocer como un sitio de peregrinaje para los discípulos de este original sistema de lucha de origen israelí.

En aquella época, Imi Sde-Or continuó trabajando como asesor y monitor de Krav Maga para la FDI, así como para otras fuerzas de seguridad israelíes. En 1972 se dictó el primer curso civil para monitores de Krav Maga en la escuela para alumnos y monitores del Instituto Wingate para el Deporte y la Educación Física. Desde entonces, el método se ha extendido a numerosos entornos civiles de Israel y otros países.

Miles de personas han practicado ya las técnicas de defensa personal del Krav Maga, que a todos resultan tan fáciles de comprender. Además de los miembros de los servicios de seguridad de Israel y la policía de ese país, se enseña también en universidades, escuelas primarias e institutos privados, también en estudios privados, entornos rurales (kibbutzim y moshavim) y centros comunitarios urbanos locales.

El Gran Maestro Imi Sde-Or falleció en enero de 1998, manteniendo su buen humor incluso en sus momentos finales, con la certeza que su enseñanza sigue viva y crece cada día más. (Capítulo 15 “ACERCA DE LOS AUTORES: Gran Maestro IMI, fundador del Krav Maga. pp. 237 a la 241. Tomado del libro: “Krav Maga. Cómo defenderse de un ataque armado. El sistema original israelí de autodefensa y técnicas de lucha”. Autores: Imi Sde-Or (Lichtenfeld), fundador del Krav Maga & Eyal Yanilov, Monitor jefe. (2003).  Editorial: Arkano Books. Madrid).

*Actualmente el Monitor Jefe y Presidente de IKMF es el Master Avi Moyal.  (http://www.kravmaga-ikmf.com)